Pastel de queso y mermelada de fresa en vaso

Buenos días a todos,

Hoy me gustaría hacer una entrada de semana dulce. Por este motivo os quiero hablar del postre que hice el sábado para una cena con unos buenos amigos.

Bueno, como os iba comentado, este sábado teníamos una cena con unos amigos en casa. Como me gusta mucho innovar y probar postres nuevos y, si funcionan, apuntar la receta en mi libreta para próximas ocasiones, empecé la semana pasada pensando en que podría hacer que fuera fresquito, que no necesitase horno y que fuese original, después de pensar y pensar, decidí hacer el pastel de queso con mermelada de fresa en vasos individuales.

A continuación os muestro una foto de como quedaron y si os gusta la apariencia que tienen, seguid leyendo que os pongo la receta que seguí para hacerlos:

Para hacer este postre se necesita:

• 200 ml de nata para montar
• 50 gr de azúcar (blanco)
• 1 sobre de cuajada
• 150 gr de queso philadelphia (o similar)
• 1 vaso y 1/2 de leche
• mermelada de fresa
• 200 gr de galletas maría (o similar; la cantidad corresponde a un paquete individual)
• 50 gr de mantequilla
• 1 poquito de leche 

Y una vez ya los tenemos todos, nos ponemos manos a la obra!

Para empezar haremos la capa de la base:

 Para ello trituraremos las galletas de manera que sean como arena y en paralelo desharemos la mantequilla. 

 Una vez tengamos listas las galletas y si el bol que habéis utilizado es grande, podéis echar dentro la mantequilla y el chorrito de leche. En el caso de que lo veáis justo, os aconsejo que lo pongáis todo en otro cuenco ya que procederemos a mezclar los 3 ingredientes creando una masa homogénea. 

 Cuando ya tengamos la masa creada procedemos a distribuirla en los vasos que tengamos preparados para poner este postre y la apretaremos un poco de manera que quede una capa.

Una vez ya tenemos la base procedemos a hacer la crema de queso:

 Cogeremos un cazo y pondremos dentro la nata líquida, el queso y un vaso de leche (el otro medio lo reservamos) y a fuego medio empezamos a remover. 

 Cuando veamos que el queso está casi derretido, incorporaremos el azúcar y removemos para mezclar lo bien.

 A continuación cogemos el medio vaso de leche (que no habíamos utilizado) y echamos la cuajada y mezclamos para disolverla correctamente.

 En el tiempo que hemos estado disolviendo la cuajada habrá empezado a hervir la mezcla que teníamos en el cazo, procedemos a parar el fuego e incorporaremos el medio vaso de leche y cuajada que habíamos preparado.

 Una vez incorporado, volvemos a poner el cazo a medio fuego y empezamos a remover para mezclar bien todos los ingredientes y dejamos hervir.

 Cuando empiece a hervir retiramos del fuego y dejamos 1/2 min. o 1 min. de espera (para que se temple un poco) y procedemos a rellenar los vasos con la crema de queso.

Ahora ya tenemos el pastel casi hecho, para finalizarlo, tendremos que dejar que los vasos reposen a temperatura ambiente y cuando veáis que ya están fríos los ponemos en la nevera para que la cuajada haga su efecto. 

Una vez comprobamos que ya se encuentran cuajados, podemos proceder a poner la capa de la mermelada de fresa y otra vez a la nevera hasta la hora de comerlos. 

Como en muchas recetas de postres estas pueden variar. A continuación os cuento un poco algunas variaciones y algunos consejos sobre mi experiencia con esta receta:

• Para los aficionados al gusto ácido, podéis cambiar la mermelada por otra, p.e. una de frambuesa
• El tipo de galleta puede cambiarse por una tipo maría hojaldrada o por una "digestive"
• La cantidad que os indico me dio para 6 vasos tipo "whisky" (6 raciones). Como sabéis estos vasos son bastantes completos por lo que depende de la cantidad que se desee de porción puede hacerse en vasos más pequeños. Yo os aconsejaría que para estas cantidades hagáis unos 8-10 vasos, esto ya es una buena ración y no os quedaréis con hambre.
• Recordad de ponerle un poquito de leche a la base porque sino la galleta y la mantequilla, al estar en la nevera quedarán un poco duras.
• Podéis hacer una variante para que el vaso muestre más color. Para ello cuando pongáis la crema de queso no la echéis toda, sino que ponéis un poco y luego algo de mermelada, luego otro poco de crema y otro poco de mermelada, y así la veces que gustéis. Pero vigilad de no poner mucha mermelada porque luego coronareis el postre con una última capa de ésta.
• Para aplanar la capa de galletas podéis hacerlo con los dedos. Pero un truco es utilizar un vaso más pequeño y aplanar la con la base del mismo.
• Cuando dejéis que se temple un poco la crema de queso, no tardéis mucho en empezar a echarla en los vasos porque sino se empieza a cuajar.

Espero que os haya gustado la entrada de esta semana y os endulce un poco para coger con ganas el lunes.